13 noviembre, 2008

Cultura Piurana

Los poetas piuranos en la Antología
de “La Tortuga Ecuestre”

POR: MIGUEL ANTONIO VARILLAS VELASQUEZ

Poesía Peruana Contemporánea.- Antología de "La Tortuga Ecuestre".- Prólogo, Selección i Notas de Gustavo Armijos.- Ediciones Cultura Peruana.- Lima. 1ra. Edición, 2003.- 300 pg. 14.5 cm. x 20.5 cm. Edición de lujo.

Felizmente, que el propio autor, el destacado i distinguido escritor i poeta Gustavo Armijos (Piura, 1952), creador i editor de la revista literaria “La Tortuga Ecuestre” (32 años de existencia, con 244 números al 2005) dice, que el criterio para la elaboración de la antología de la poesía peruana, está signado por la arbitrariedad, tanto para la selección de autores como textos, quienes han sido ordenados en secuencia cronológica, según la fecha de su nacimiento. I, lo decimos, porque las antologías siempre traen un hálito de comentarios sobre si los que están son o no están todos los que son.

“LA TORTUGA ECUESTRE”
Revista Literaria nacida en 1973, tomando el nombre de un famoso libro del poeta surrealista, César Moro, acumulando ya 250 números a febrero del 2006 editado con los poemas de Andrea Cabel (1982), según el propio Danilo Sánchez Lihón, que hace la presentación del Homenaje en el trigésimo aniversario de la revista, afirma que este quehacer “constituye un hecho asombroso, una hazaña i una proeza, que ojalá nos haga dejar siquiera por un instante al lado la queja i el lamento, para celebrar jubilosos un hecho real i tangible, cual es un esfuerzo realizado no desde el Estado ni desde la empresa privada, sino desde el lado del anhelo i del impulso que anima, la poesía cual es la gracia, el don del amor la pura esperanza de mantener un proyecto cultural lanzado a lo utópico, porque finalmente una revista es un proyecto cultural, en este caso, por generación espontánea, por el milagro de un hombre imbuido de ideales i sueños i gracias también a una vasta comunidad de poetas que se escriben i se afanan de publicar i difundir el fruto de su trabajo í por aquellos que la buscan, la leen i reescriben sobre sus páginas i gloriosas utopías”.
¡Treinta años, los más terribles de la Historia del Perú (1973-2003), publicando poesía!, escribe Sánchez Lihón, i se pregunta ¿para qué poesía en tiempo de miseria? (tomado de Hörderlin), i se responde, porque la poesía es azas, cornizas, rendijas para salvarse i no caer en el vacío.
“La poesía es curación, práctica de salvación, resurrección. Es lucha en la muerte, cotidiana pero a la vez con la otra hecha de eternidad...”
“Se escribe poesía en el Perú, siendo tan pobres, a fin de convertirnos en espadas, trocando nuestras penas i desgracias en tesoros fulgurantes, en diademas o diamantes, entresacando poder de tanta tristeza i de tantos abrojos, para sentirnos más vivos, más esperanzados, capaces de ganarle esa lucha a muerte al absurdo i sin sentido existencial de algo tan maravilloso como es la vida...”
"De allí que revistas como "La Tortuga Ecuestre" sean necesarias i vitales, porque conjuncionan a una comunidad de personas que cultivan un quehacer como la poesía, producen debates, son objetos de comentarios i sirven de distintas maneras a la forma de una cultura nacional, constituyen la memoria, el regístro i la herencia histórica de un proceso. Son la vanguardia i la atalaya que vigila i descubre, es el ojo avisor, la punta de lanza, la mirada desde el umbral proyectada al más allá que está siempre por inventar”.

"LA POESÍA PERUANA CONTEMPORÁNEA"
La “Poesía Peruana Contemporánea” es una antología hecha por el poeta piurano Gustavo Armijos de los poemas que el autor ha publicado en dicha revista durante más de treinta años, a partir de los setenta (1970), como lo hicieron otros autores: Alberto Escobar (1973), Jorge Miguel Oviedo (1973), Augusto Tamayo Vargas (1978), o Ricardo González Vigil (2000), además de la de César Toro Montalvo (1978). En la antología se reúnen diversas voces contradictorias i disonantes entre sí, con un número de poemas de cada antologado que permiten al lector identificar la personalidad poética. Todos ellos hurgan sus propias vidas cotidianas, recogen sus frustraciones i soledades i su entorno citadino, de su margilidad i desarraigo, de la violencia urbana i su imaginería aleatoria, como dice el autor Gustavo Armijos en el prólogo.

LOS POETAS PIURANOS DE LA POESIA PERUANA CONTEMPORÁNEAS
Afanados en el estudio de la literatura piurana -i que me perdone el autor-, de los setenta antologados, sólo consideramos los poetas piuranos, que son los siguientes: Marco Martos. Armando Rojas, Eduardo Urdanivia Bertarelli, Rosa Materia Carbonel, Carlos Guevara, Gustavo Armijos, Armando Arteaga, Julio Aponte, Róger Santiváñez, José María Gaona, Carlos Bayona Mejía, en cuyos versos han afinado sus recursos estéticos profundizado i depurado el tratamiento temático i discursivo de sus creaciones, unos con su lenguaje virulento inconformista e irreverente, otros con su agregado de romanticismo, naturalismo i prosaísmo coloquial, lirismo desbordante, el experimentalismo lúdico i hasta el erotismo, todo lo cual ha tomado en cuenta Armijos al hacer la selección. Selección justa i equilibrada porque no son los únicos, sino los que aparecen en la revista durante estos treinta años.

MARCO MARTOS: “CASTI CONNUBI”
Marco Martos (Piura 1942). Autor de Casa Nuestra (1965), Cuaderno de quejas i contentamientos (1969); Donde no se ama (1974); Carpediem (1979); Cabellera de Berenize (1990); El mar de las tinieblas (1999).
Aparece en la antología con los poemas Casti Connubi, Muestra de arte rupestre, Varona í Varón. Dice en Casti Connubi.
Varona i varón
desnudos frente a frente,
desnudos con esmero,
son presencia impalpable
de la gracia del quien sabe.
Nada pueden contra ellos
ni el miedo que bien sienten,
ni los espacios de los encuentros,
ni la envidia de los solitarios,
ni el viento de los que murieron.
El fuego es tan su salsa,
tan feliz como un niño,
tan se escapa por un tubo,
tan se oculta o parece nada,
que induce a la pareja
a desnudarse con esmero,
a juntar aire i tierra,
aumentando la ternura
para empezar de nuevo al acto
más hermoso de la vida: varona i varón.

ARMANDO ROJAS "QUE SOSTIENE TU CUERPO EN EL VACÍO"
Armando Rojas (Huancabamba, 1945; París 1986) Obras:
Bosques (1973); Breve antología poética (1989); Gaviotas en el lienzo (1992).
Aparece en la antología con sus poemas Efigie, Relación primera, Como una nube de grillos tu corazón, Qué sostiene tu cuerpo en el vacío; Mientras contemplo los focos de la carretera, Quinteto, Homenaje. Dice en Qué sostiene tu cuerpo en el vacío
Qué sostiene tu cuerpo
en el vacío pájaro gris
pájaro tus ojos
que levantan
de la cola del viento
i en el cielo manchado
de hollín qué mundos aleatorios
avellonan tus alas i
rompen sus sonidos
sobre yertos cabellos
si resplandeces
i en equilibrio alzas
montes cuerpos ciudades i
nada te es ajeno i
en tus alas van i
vienen planetas
girando
i arremolinándose en
el aire sopla
i desciende.

EDUARDO URDANIVIA BERTARELLI: "ESPERA, NO LA TOQUES"
Eduardo Urdanivia Bertarelli (El Alto, Piura, 1947). Obras: Al encendido fuego (1987); Palabras como arena (1990) El mar i nada más (1992).
Aparece en la antología con los poemas signados con números romanos: XL XLII, XLV, XLVI, XLIX. Dice en el poema XL (fragmento):
Espera
No la toques
Lleva dentro de sí
Un fruto sombrío como un sauce
No envuelvas su cintura con tus manos de sombra
¿No ves que sus hombros se deshacen?
Mira sus labios como paredes desmoronadas
¿No recuerda su pecho una llanura devastada por el viento?
No la quieras para ti
No todavía
No la perturbes
No maltrates su soledad
No quieras llenas sus patios
Con canciones que no puede cantar
Pues se ha quedado muda
Espera un poco
Lleva consigo una campana de domingo...

ROSA NATALIA CARBONEL: "BATALLAS"
Rosa Natalia Carbonel (Sullana, 1951). Obras: Para no hacer cosas desagradables o los días son trocitos de papel (1981); Itinerario (2001).
Aparece en la antología con los poemas signados con números romanos: VII, VIII IX, X, XI; Bajo el sol; Arte poética; Batallas. Dice en Batallas:
El enemigo está dispuesto
a todo dragón
huracán que
lanza sus últimos gemidos
pero
morir triunfar
cambiar el mundo
destruir al dragón
volverlo a destruir
destruirlo otra vez
hasta que su ridícula cabeza
quede enterrada
en la arena.

CARLOS GUEVARA: “SE HAN DETENIDO AQUI ...”
Carlos Guevara (Piura, 1952). Obras: Cerrando los postigos (1982) Campo (1985); Historia (1987); Campo i otros poemas (1989); Los conquistadores (2000).
Aparece en la antología con los poemas: Se han detenido aquí, Dice en “Se han detenido aquí”
Se han detenido aquí los sueños i las naves.
Es de noche. El silencio desciende del cielo
i el mundo es un inmenso bosque del pasado.
Recuerdo el tiempo, los cuerpos de diversas muchachas,
un lugar vestido de rocas i el lenguaje tranquilo
de cierto huésped que alguna vez albergué.
El Fuego parte de mis manos formando osarios i
rostros eternos que han perdido vigencia. Nadie
es invencible. Las hachas hacen girar las estrellas.
Se desconocen los motivos i los propósitos divinos.

GUSTAVO ARMIJOS: "TESTAMENTO"
Gustavo Armijos (Piura, 1952). Obras: Celebraciones de un trovador (1977): Liturgia de la vigilia (1979); Tierras del exilio (1982); Conversatorio (1989); En esta vieja nave (1998); Varía canción (2003).
Aparece en la antología con los poemas: El fracaso del protagonista; Testamento; Niña de los helechos; Preludio I; Marina Mora atrapada en su propia red. Dice en Testamento:
Fui un muchacho de corazón salvaje
Convertido en oso entre caras meditabundas
¿Hasta dónde llega la redondez de la tierra?
¿Hasta qué instante podría consolarnos Ana Frank?
Derretida como nuez entre los dedos de mi suegro.
I para él fui el borracho atropellado
por la luz del patrullero.
I sin cantar en voz alta fui un muchacho de corazón salvaje
que pagaba alquiler, luz, agua i otras gabelas.
I me largué creyendo que la ciudad
no tenía retamas
ni la vigilia en el llanto de mi hijo.

ARMANDO ARTEAGA: "TE CUENTO UN CUENTO DE AMOR"
Armando Arteaga (Piura, 1952). Obras: Callejón sin salida (1986); En oficios terrestres (1998).
Aparece en la antología con los poemas Te cuento un cuento de amor; De una muchacha (A la manera de Kenneth Koch). Dice en Te cuento un cuento de amor.
La noche del último día de otoño de 1973, a eso de las 8.30, Clap! tuvo el presentimiento de que iba a morir mañana en una ciudad de rascacielos, muy lejos. Salió de su casa a caminar con bruma, como un árbol de fuego, vagó por las calles de Santa Cruz, derrepente sin comprender por qué Klap enrumbó por el Malecón Cisneros.
Había neblina. Azul. Sintió el mar, el horizonte, la luz de ciertos barcos, era como el abismo entre la vida i la muerte. Me voi a dormir mañana -pensó-, mientras algo lo volvía irracionalmente a la playa. Klap!, muchacho con miedo de morir, un ruido de llaves, i nuevamente empezó a caminar por la vereda. El mar era negro.

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