16 noviembre, 2008

Poemas / Gustavo Armijos

LA CIUDAD DEL SONIDO
Hay un borde sonoro en que los hombres se empinan
tratando de alcanzar las ciudades que se diluyen
sin tener fronteras
sin enemigos que puedan destruir
los campos salvajemente tatuados de verdor.
La ciudad de la quietud se podría llamar
pero tendría que volverse a un reino de cal blanquísima
a una villa enfarolada.
Volver sin recordar los hilos de la noche,
los huesos pútridos y los nichos cambiados de lugar.
(Inclusive reconstruir las murallas de la ciudad)
2 puertas de bronce (Una en la Portada de Guía)
(Y la otra en el Puente Huáscar)
Has de meditar entre las puertas del Hades
entre las murallas que cercaban la ciudad.
Las casas perdidas en un bosque de alientos
acorralados por las brisas de los malecones
en tu periplo perdido por las aguas.
Te ofrezco un mundo amable y bello
y el corazón de nuestros hijos apadreados por los bárbaros
que me niegan esa postal ya olvidada
entre mis libros de aguas calientes acantiladas.

NIÑA DE LOS HELECHOS
Sola y desamparada niña de los helechos.
La recuerdo como nunca en estas pistas.
Son un manto de grullas volando con Rumbo Sur
Una marea de codornices gritan el triunfo final
en Cartagena de Indias- 1979.
Tinieblas rojas. El misterio en tus ojos.
Nubes de polvo provienen del cielo.
Y de las canteras se extraen piedras
para construir los muros de una gran ciudad
en este mar donde un cardume me anuncia el
remordimiento.“Aquí están los toneles de Ron Caldas”
“Aquí está el aguardiente Cristal”
revueltos con barro colorado.
Nadie me pidió venir
ni acercarme a la tempestuosa caminata
rodeado de caracoles
y pensar que en un momento tu pelo fue una fruta
desnuda
perdida en los cañaverales
y tus rodillas mazorcas de maíz.
Extranjerísima al mirar
Viñetas Tablas de cerámica
Telas y tesoros del arte
Retratos son el bajo relieve
Acrílicos de sus gestos y ademanes
Vitrales
Cartagena de Indias – 1979
Existen caras brutales en medio de la descomposición
de la luz plateada en el ocaso.
La gente es una barca frágil
en una mañana cualquiera que busco razón a este
peregrinar.
Algunas aceras muestran cartageneros
alegres morenos
y hasta algunos rejuvenecen
como espirales de luz
más allá de toda experiencia
encuentro en sus seres
un colmenar de abejas dormidas.
En bella Unión leía el libro de los mitos
y encontraba los textos con un filo de navaja
arribando a la primavera de las flores y las frutas.
Ahora quizá ordene el racimo de adornos plásticos.
Aquí comienza el mar Caribe.
-Nosotros somososcuros seres
en un barril de vino-
Sin embargo tomaré el interurbano
para iniciar las indagacionesde no tener una fotografía tuya
y beberé una sopa de espárragos en un tambo
cerca de una gasolinera/ gozando la plenitudde la noche en un otoño extranjero
Cartagena de Indias –1979
Todavía oigo tu risa en el ecran del Cine Central
o es una locura decir: ni exiliado ni turista.
Y la línea férrea no rememora la eternidad
y si me dijeras ahora: nunca te quise
como aquel entonces en las cercanías de un puesto
de periódicos
el muelle me devolvería de un palmazo
el recuerdo de la partida
confrontando el problema de la predestinación
o el estupor lastimero
bajo una brumada cañones de incienso.
Y navega mi imagen en tu presencia
y los acorazos arremeten
contra la cubierta de los aeroplanos
en un simulacro de guerra.
Te amé entre los ruidos de caucho
y ahora que evocar tu enagua cereza
y lo que fuiste para mi una fuente de hiel.
Cartagena de Indias, 4 de abril de 1979

ARTE POÉTICA
Este oficio que ejerzo y no lo cambio por otro
de los que han ocupado mi precaria existencia
impecablemente absorbente que hasta perdí la medida
de las cosas mediatas; sin embargo la labor es tan profícua
que escribo de día, noche y hasta tras la lluvia
y bajo los truenos y rayos que cruzan mi vida.
Este oficio tan inigualablemente fiel
al agua o el fuego en medio de calles y avenida multicolores
y los versos que he ido enhebrando con espíritu festivo o lúgubre.
Pero riqueza material no me ha ofrecido
y mientras con certeza observo calles y gente sin paz interna
mi existencia terrena continua recostado sobre escritorios
frente a micrófonos que dispersan mi voz en el éter
por palabras como fuego o como balas en la noche
en que escucho Rinsky-Korsakov volando sobre oropéndolas.
Este oficio que sirve para ponerle color a la tarde infernal
pero que una mañana permite guardar la memoria de los vecinos
más allá de los pantanos infectados de sanguijuelas.
Este oficio dulcemente bello para escuálidas muchachas
perennizadas en el tiempo de sequía o de abundancia
algunas con dientes aperlados que nos sonríen desde el más
alto lugar de la azotea.
Este digno oficio llamado poesía que ejercemos en la noche
tranquila y serena y no apto para cardíacos
y porque la verdad, la verdad es que todos estamos terriblemente solos.
Es el manantial del que muchos quisieran beber
pero muchos son los llamados mas poco los escogidos
a copular de manera interminable con las musas.

HORÓSCOPO
Cuando te vi un estremecimiento extraño invadió mi ser
como si trepara por las lomas empinadas que forma la arena
convirtiéndome luego en médanos o dunas.
Qué escandaloso sol hacía en aquel instante
que hasta los bichos habían desaparecido
para dar paso a tus palabras hoy rememoradas:
no sé si fuiste primero tú o la poesía.

ESPEJO NATURAL
Estoy reflejado en el estanque.
Toda mi figura ha quedado
grabada en el agua.
El paraíso es el pasto
que me cubre las orejas.
También se refleja en el agua.
Fui amable conmigo.
Cómo podría olvidar las murmuraciones
mi figura, el agua, el paraíso
reflejado en el estanque.

PARAÍSO
El bermellón de los papagayos
la penumbra de las estatuas
la húmeda canción del desterrado
el olor del mar cuando está picadol
a elasticidad de los limoneros
la soledad de los bungalows
están las retinas tristes
por el bermellón de los papagayos
el orgullo de hierro
que se pierde en el horizonte
la penumbra de las estatuas
sol en movimientoafinidad excelente del cuerpo
confortable bilis que endulza
déjala que se divierta
hasta convertir en floresta
un paraíso de arena.
Te flagelan las nebulosas
el humus en medio de ti
crece crece crece crece
debe crecer
el tallo y su sombra
en el paraíso.

UNA ESCENA DE INFIDELIDAD EN LOS ARENALES
Antes de ingresar a Ica y cerca a un banco de arena
/detengámonos
para recordar a la esposa amada, lloremos frente a tanta
/desventura
cerca a los vientos que arrecian y golpean la cara
/intermitentemente.
No se borran fácilmente las huellas y el reflejo de las telas
nos conducen a una aflicción mortal por el perfume de los
/viajantes.
Existen lágrimas vertidas por el recuerdo
pero ya no estás presente porque nuestros hijos han partido
distintos destinos les espera lejos de los amuletos.
Uno de nuestros herederos intentó trepar por la pendiente
pero nuestra ruptura conyugal estaba decidida hace años
cuando abandonaste el hogar y el amor mataba
ahora ha transcurrido el tiempo y otras aflicciones me
/seducen.
¿Acaso mi corazón no es conciente que otro te
/empujó
a odiarme sin que tus ojos lograran apartarme de tu memoria.
La infidelidad hirió de muerte mi corazón maltrecho y
/desgarrado
era tan intenso el dolor comparable con la esquiva muerte.
Me regocijé hundido en el ocio mientras se desplegaban
las alas del desatino y tu trampa no tenía el más mínimo éxito.
Atravesamos la Plaza de Armas las ropas están raídas y
/desgarradas
y tratamos de llegar a un valle cercado por médanos y dunas.
No apreciamos ningún páramo sólo el reflejo de tu tes y talle
/esbelto
para nuestro consuelo sin adorno que cubra la miseria
/humana.
Al entrar la tarde nos alejamos para siempre en señal de
/abandono
nos ahogamos en alcohol y tabaco para nuestro consuelo.
El ardor de ella era intenso como su fuego en la cama
tan saludable como el más fructificante vaso de jugo de ciruela
hubieron luego tantas mujeres pasajeras
como la circunstancial compañera de un viaje en tren
pasaron los años pero nunca pude olvidarla
por tan inimaginable misterio de la infidelidad conyugal.

PLASMADO EN UNA TELA DE LOS TALLANES
Para ingerir la bebida de los dioses
no es necesario observar el néctar
extraído de nectarios acumulados en odres.
Basta navegar en ciudades con embarcaciones precarias
frente a oquedades y silencios de la vieja Narihualá.
La vieja calle del Playón o Arequipa
guarda la memoria de los chilalos
pájaros coloreados por el mágico sol
en el invierno de musgos contenidos en el tiempo.
Aquí está el mercado donde se expenden mercancías
desde siglos inmemoriales lejos del curaca.
Ahora puedo mirar de manera caleidoscópica
la cara de una muchacha con el rostro impregnado
de color verde o amarillo y con sus calzones
color fucsia, jamás desea ser observada por inigualables
muchedumbres hastiadas del mango sabroso
derritiéndose por la comisura de los labios.
Los soleados patios tienen jóvenes paseantes con rostros
/oscuros
que esperan amaine la insufrible tormenta
agua que viene desde el infierno cruel
y solitario de los abandonados del planeta.

EN EL BAJO PIURA
Nos internamos en un dédalo endemoniado
para custodiar los deleznables delfines
que aparecían en un hotel de lujo.
Al norte de PIRHUA la patria pequeña y heremosa
que el destino nos legó tostados por el riguroso sol.
Habitada por recolectores y cazadores cerca de Aypate
y los baños termales de Chocán donde brota agua
purísima del manantial formado por piedras
incrustadas en las rocas del destierro y la penuria.
Todos los árboles, algarrobo, guayacán, palo santo, ceibo,
oreja de león adornan el paisaje inconcluso
también los animales, gato silvestre, puma, sajino, buitre
/selvático
formándose el espejo de agua
y nos internamos para mirar el mangel gramadal.
Que inescrutable tierra nos cobija lejos del ruido mundano
y en medio de la carretera que nos lleva a Sechura
garzas y flamengos se cruzan por el templo de los jaguares.
En las lagunas de Shimbe o Sivericocha ha quedado mi aliento
flotando como una embarcación a la deriva en las aguas de
/San Martín de Sechura.

EL UNIVERSO EN TUS OJOS
Siempre te escapas en el denso oleaje de una marea negra
y mientras huyes se va diluyendo el minúsculo laberinto
en que dominas tu mirada frente a la costa de los vientos.
¿Qué territorio te sujeta a la faz del planeta?
¿A quién indagar por las líneas que nos conducen de manera
/laberíntica rumbo a la eternidad.
Si me miras pienso que la noche comienza a encender
sus fuegos en tus ojos de gacela
nada mejor que la luna entre tus cejas como claras líneas.
No deseo que tus pensamientos se atropellen como corceles
/ peatonales
y el cielo raso sea una selva oscura es esta mezanine
donde tu silueta es una piedra que no da en el blanco
y se desliza tenuemente como una lluvia hacia el confín
/del universo.
Hay intensa confusión de litigantes cuya única controversia
es la muerte como puerto a la intemperie en el invierno.
Los seres humanos convertidos en estatuas de granito
los papeles apilados hasta construir una fortaleza
y entonces el viejo adagio hecha la ley y la trampa
quedó cerrada para los inmensos impostores de la ley.
Nada queda para el amor en estos predios lúgubres
y al final de la tarde todo ha de ser como al comienzo
tú una mujer de esbelto talle y sinuosa cabellera
y yo pobre cojudo tratando de ganarle un juicio al destino.

IL GIORNO DEL RICORDO
El guardavalla esconde sus secretos en un jardín
juega con una pelota cerca de los ojos de miles de aficionados
que excitan sus ojos en busca de un gol.
Tantas historias indigeribles para miles de hinchas
agolpando las graderías llenas de vítores
“fuerza cristal”, “arriba alianza”, “y dale U”
sueños que se adelgazan en la mente
de quien tantos domingos compartió emociones desde una caseta.
Es acaso la vida perdurable en medio de la tempestad
de los que visten de corto y su conciencia está ausente de identidad.
El balompié es la mejor droga del laberinto entre sedentario y nómada
por la que transitó mi existencia terrena.
Cuando siento que llegará el final del túnel de mi orfandad
y todavía están secuestradas en mí tantas emociones contenidas
en una crónica deportiva que el tiempo alcanzó a quemar
quedan en mis oídos los huaynos, mulisas, marineras
que trajo gente de la costa, sierra y selva alentando sus equipos.
Nadie sabe o muchos ignoran esta vida que llevó estadios lejanos
cerca de la belleza flameando estandartes, ondeando banderas
Dios mío porque mi vida carga de soledad e infortunio
la comparto con miles de hinchas que ríen, lloran
apasionados por el hilvanar cánticos de gloria
con sus barras bravas anegadas de violencia.
Pasión de multitudes, alegoría de desposeídos
viejos vocablos en labios de chicas exóticos en busca de aventuras
distraídos para siempre en las soledades de los grandes escenarios.

FILM
Herido por un vocablo fatal quise volver de la hospitalidad
retornar del grosero zodiaco.
Quise captar toda la luz caótica
disfrutar la disolución sombría
como refugio de ave rapaz.
En pleno siglo XXI destruir ese mundo interior
que cada día me consume de manera ciega irracionalmente menospreciado.
Ya no me importa sicoterapia alguna solo la obsesión
consecuente del artista me acompaña
todo sigue igual como en un añejo film.

EVOCANDO LOS RIGORES DEL DESIERTO
El rojo o naranja vivo de su boca me enloquece
sus bellos ojos y espléndida mirada se expanden cada eternidad
entre las estrellas cabalgan como briosos corceles o gacelas.
Valia es mi aflicción permanente
y la busco presuroso de noche
en la pantalla pequeña o caja boba.
Busco el eco de su llamada
o la amplia soledad sumamente esquiva.
Mis manos crispadas por la angustia
tratan de desnudar las tinieblas
a las que ascienden los bienhecheros
que la pretenden colmar en el elogio.
Un estremecimiento mesurado me seduce
el impulso colmado de amor me aletarga
más bella que la hechicería de sus ancestros.
Tal como la veo con suntuosas ropas
y una suave brisa galopa su rostro
con maquillaje hasta el hartazgo.
Procuro el reposo con la certeza
que es el reflejo de la eterna poesía.

31 de DICIEMBRE 2005 (LICOR DE ORO)
Limpia es la vida, ignorante la muerte
no existo una línea imaginaria
que las separe lejos de los flancos.
Cáncer o cangrejo que se mueve en todas las direcciones
del retorno infinito.
Renacer al principio o fin
que se hace despiadado
que se vuelve lleno de reproches con la conciencia.
La gratitud es el deber duro de partir
donde el gran creador genera castración
de almas plagadas de reproche y vicio.
Cáncer al más alto crimen de la civilización
y de la geografía del desconsuelo.
Brebaje que se siente cálido y agraciado
como vino espléndido derramándose en la mesa.
Cáncer lo mejor de viña alguna
donde reposan las constelaciones
en los días de estremecimiento y aflicción
que me constriñó ante ojos sorprendidos
singular forma de pertenecer a la cofradía.
Quisiera apresurar el reposo y mirar la noche
como un manto desierto y peligroso
como si fuera a tramitar un expediente
para cumplir la promesa de marcharme para siempre.

No hay comentarios: