16 noviembre, 2008

Poesía / Willy Gómez

13 de agosto de 1968

de uno frente a todo eso que ya no tendrá nombre sale el derecho a reclamo
el genio de la libertad
y desde el santo en la pared
el hielo en la espalda
el cumplido sin demora
mientras se pone los zapatos del robo de helena o el principiado de odisea
justo en el barrio donde parece un detalle el mar
la olla con carne y fideos
también el recorrido de una cuadra hasta encontrar al vecino
al amigo del televisor
pero el niño Ernesto llora
acaso encontró a su padre
acaso al Swami como en ese reportaje de la BBC
o acaso el cuento de Abancay fuera toda la verdad si el mundo representara sus composiciones y la simple descripción de una fachada por ejemplo:
el sol abría sus espacios detrás del jardín y los geranios y las margaritas del macetero enfilaban la entrada
el nuevo mundo envuelto
el aire libre o toda la visión menos los perfiles naturales del gesto detrás de la puerta
o el techo roto y la mujer después bajo la lluvia
yerro del amor con un estilo personal al encontrar los desnudos muertos
al componer los colores de una frágil democracia y acción violenta sin descanso
a la escuela militar del golpe
& cantaba como un pájaro del cielo la certeza del lugar del tiempo de las romanas
o una salida en barco desde Sicilia
pero solo ese horno quedaba por las tardes
el pastel de cerezas o el pastel de carne o coliflor
y se sostenían de aquella tierra a la nuestra con esperanza
imagina seguramente ese cielo sobre Europa
ese mismo cielo claro que hoy se escribe en su obsesión de milenio
piedra sobre piedra
entonces imposible dudar de lo visto o de lo que tocó principio futuro
tableta al éxtasis de la belleza
evolución desde el mito
al final hicieron falta dos personas a instancias de la locura en busca de la verdad
porque el triunfo de los hombres en las esquinas no fue el triunfo del arte
ni siquiera de la poesía
sabemos quiénes habían cruzado el límite con el fierro en la mano
llámese Isabel Tello o Wilfredo Gómez o Benjamín Brocco o la lejanía de J. Migliaro
sabemos de una mujer y un hombre en realidad nada de los que están siendo abusados bajo el cartón ahora
y ya no el suplicio cuando hablamos del dormitorio del niño Keats o Shelley
o Bécquer
dormitorio del niño muerto jadeando con dificultad en los brazos de su madre
aquella salvación representaría Villessi antes del renacimiento o eran tal vez los calendarios de la vieja imprenta de Daniel Nieto desde el Callao hasta el centro de Lima aquella calle de los pobres
eran los pobres
qué humillación qué aspereza frente a la conquista de la existencia
esperábamos estar bien aunque sean silenciosas las bahías del mar cercano
en los cabellos pintados
en la religión
en el callejón
en los jardines
y de nuevo el mar a este lado
junta de agua
de santos trayendo los soles y las bendiciones
aunque sea silenciosa dijo también ella
la primera ola o el pájaro del cielo que canta
y la piel de los andes cuando salen los productos
y no hay nada más bello que un nuevo país
sumergido sí como una nave todavía
musgo verde al tiempo
incluso pensando en ser sabios para construirla con suaves herramientas
un país
una embarcación bajo el mar & la lengua nativa sea el niño muerto
o el sobreviviente de esta inundación cuando se levanta en perfecto orden
según J.A
Géminis Leo & Sagitario
signos afines abrazando todos los abrazos
las aguas
el campo
y no el recuerdo de una geografía donde es guerra siempre y la fila de los ejércitos contiene sus harapientas
sus pasiones de sangre de uno frente a todo eso que ya no tendrá nombre
pero ha nacido y tiene derecho de llegar hasta el final en su babel
reproduciendo el disfraz de escritura correcta
& al fin encontramos irreconocibles los cuerpos sobre el mar sin política exterior
& es una primera escena de los tiempos de violencia sobre las cuales el sol se levanta
ahora con todo su poder.

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