13 noviembre, 2008

JOSE MANUEL ARANGO
Biografía José Manuel Arango nació en Carmen de Viboral, Antioquia, en 1937. Fue profesor de Lógica simbólica en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Antioquia durante casi tres décadas. Cofundador y coeditor de las revistas Acuarimántima y Poesía, de Medellín, e Imago de Copacabana. Premio Nacional de Poesía por reconocimiento Universidad de Antioquia, en 1988. Escribe una poesía rigurosa y elaborada. En sus primeros libros la temática se centró en el erotismo. "Es el precursor de una poesía erótica de alto aliento, no frecuentada en Colombia con tanta intensidad", escribe Fernando Ayala Poveda. Y agrega: "Su exploración metafísica no cae en la gratuidad: aproxima al hombre frente a los interrogantes de la noche: madre nodriza de la muerte, el recuerdo, lo nocturnal del alma humana. Se emparenta aquí con Novalis. Su lírica breve tiene un universo por construir con ahínco". Casi toda su obra se compone de poemas cortos que recogen, de un lado, un enorme acervo cultural, y de otro, una sensibilidad que se expresa en monólogos y en alusiones herméticas. Sobre su obra, el escritor Luis Germán Sierra escribió: "La poesía de José Manuel Arango, como toda obra auténtica, nace de la pretensión casi inexistente de escribir una gran obra y tiene su asentamiento primordial en las pequeñas cosas que rodean una vida cualquiera en cualquier lugar del mundo. Ello le da, además de autenticidad, un valor universal a su arte, reservándonos la complejidad —además de manido tópico— de ese término, pero entendiendo sin complejos que esta obra ya va muy lejos de un alcance meramente local y sobrevuela con soltura aires de otros territorios, pluralísimas significaciones".
Bibliografía
Obras de José Manuel Arango
Este lugar de la noche (1973)
Signos (1978)
Cántiga (1987)
Poemas escogidos (1988)
Poemas (1991)
Montañas (1995)
Traducciones
Tres poetas norteamericanos: Whitman, Dickinson, Williams. (1991)
El Solitario de la Montaña Fría, poemas de Han-shan. (1994)
En mi flor me he escondido, poemas de Emily Dickinson. (1994)
Crítica e interpretación de su obra
El poeta José Manuel Arango, fugitivo sembrador. Andrés Vergara A. En: El Mundo. Imaginario. Medellín. (Jun. 8, 1996) p. 5
Mito y vigencia de la ciudad en la poesía de José Manuel Arango. Jaime Eduardo Jaramillo J. En: Revista Universidad de Antioquia. Medellín. Vol. 60 no. 223 (ene., 1991) p. 106-117.
Curvaturas en la poesía de José Manuel Arango. Tarsicio Valencia. En: Revista Universidad de Antioquia. Medellín. Vol. 56 no. 212 (Abr.-jun., 1988) p. 102-105.
Cántiga. Luis Germán Sierra. En: Revista Universidad de Antioquia. Medellín. Vol. 56 no. 212 (Abr.-jun., 1988) p. 106-107.
Signos de José Manuel Arango. Víctor Gaviria. En: El Colombiano. Suplemento Dominical. Medellín. (Ago. 6, 1978) p. 6
Una generación desencantada: los poetas de los años 70. Harold Alvarado Tenorio. En: Torre de Papel. Chapingo, México. Vol 1 no. 1-2 (May.-dic., 1985) p. 54-62. José Manuel Arango y una invitación a vivir. Alonso Aristizábal. En: El Espectador. Magazín Dominical. Bogotá. (Nov. 12, 1978). p. 6
Selección de poemas

VIII HOLDERLIN
Quizá la locura
es el castigo
.
para el que viola un recinto secreto
.
y mira los ojos de un animal
terrible
.
XXVIII
la casa que reduce la noche a límites
y la hace llevadera
cuando el ruido de una bestia en el sueño
o las palabras que sin sentido
despiertan con todo ese extraño temor
surgen como restos de una oscura lengua
que desvela el origen y la amenaza
.
el techo que cubría un fuego manso
arderá
.
y entonces nada habrá seguro
y será necesario de nuevo cavar
hacer
.
.
XLVI
.
ESCRITURA
.
la noche, como animal
dejó su vaho en mi ventana
.
por entre las agujas del frío
miro los árboles
.
y en el empañado cristal
con el índice, escribo
esta efímera palabra
.
.
X
.
como para cruzar un río
me desnudo junto a su cuerpo
.
riesgoso
como un río en la noche
.
.
CANTIGA DE AMIGO
.
Y tras la incertidumbre de un instante
frente al desconocido
que luego por virtud del gesto recordado
vuelve a ser el amigo que después de la lluvia
llama a la puerta
.
lo ayudamos a desnudarse
colgamos sus ropas a secar junto al fuego
.
y oímos el relato de su viaje
reconociéndonos en sus maneras
de náufrago
.
.
.
EN CAMINO
.
Para Gustavo Zuluaga
.
1
Y, a lado y lado del camino,
ralos matojos
de helechos,
en este mes del año requemados,
resecos.
.
2
Un alud, en invierno,
en el lomo del monte
dejó algo así como una dentellada
de barro rojo.
.
Ahí queda por meses,
tal vez por años.
Es una cicatriz
bermeja.
.
3
O manchones
—aquí y allá—
de un pardo rojizo.
Allí donde la pobre
vegetación de zarzas
y malezas se agosta,
.
como si un terco mal
de la tierra, un matiz
del rojo de la tierra
subiera por sus tallos
y se mezclaran al bruno
de la maleza ardida.
.
4
Un ronroneo de colmena:
lo oye el caminante.
.
Más allá,
entre musgos,
hay un nacimiento.
.
5
Que el caminante baje
hasta aquella hondonada donde el verde
se hace más oscuro.
.
Encontrará, entre piedras,
un hilo de agua fría,
podrá beber un puño de agua fría
para la sed.
.
6
Y después el camino
se pierde en un paraje
arbolado de búcaros
y más allá reaparece
para trepar por un costillar mondo.
.
Sólo un camino: una delgada
incisión en el lomo
de la montaña: un arañazo
o la huella de un arañazo.
.
7
Ese huevo sonrosado entre la maleza.
El caminante lo alza para
remirarlo contra la luz.
.
8
y, por fin, una redondez.
Pero de ningún modo la redondez de un seno.
.
Más bien
algo como un muñón,
como el esbozo
de un cráneo.
.
Quizá una giba,
sí: una giba rocosa.
.
9
Y otra cumbre.
Otra hermosa perspectiva
de despeñaderos.


HAY GENTES QUE LLEGAN PISANDO DURO

Hay gentes que llegan pisando duroque gritan y ordenanque se sienten en este mundo como en su casa

Gentes que todo lo consideran suyoque quiebran y arrancan
que ni siquiera agradecen el aire

Y no les duele un hueso no dudanni sienten un temor van erguidosy hasta se tutean con la muerte
Yo no sé francamente cómo hacencómo no entienden


PRESENCIA
Cien pasos doy de para atráspero la muerte los advierte.
ROGELIO ECHAVARRÍA
ISi estoy, está conmigo.Si me atareo en mis asuntos,me sigue.Ojea por sobre mi hombro si leo,atisba por sobre mi hombro si hago.
2Con un sobresalto,de un salto,me pongo de pies.¿Quién era?Miro en torno mío.Nadie, nada.
3Acaso, cuando girosobre mi calcañar,gira tambiéncon una pirueta,con un esguince silencioso.
4Y si voy va detrás,si vengo viene,si me detengo se detiene.Siento sus artejos en mi nuca,su acezo en mi oreja.

5Hago, pues, que voy y vengo,hago que estoy,hago que hago,que me atareo en mis asuntos.

6Y si también esto que digo,este verso que hagofuera tan sólo,y de nuevo, la viejamentira del lobo?
VIENDO DORMIR AL HIJO
1
Qué bello cuando duerme:de costado, una rodilla recogida,indefenso.
La mano palma arribaabierta,el pelo enmarañado.
2
Pero ahora comienza a agitarse.La respiración se le ataranta.Es que sueña.
3
Y esa queja en el sueño,desconsolada:¿en qué sueña?¿de qué se duele?
Yo que soy su padre,no sé de qué se duele.
4
Es sobre todo, hermosasu mano palma arriba:abierta,vacía.

ESCRITURA
.
la noche, como animal
dejó su vaho en mi ventana
.
por entre las agujas del frío
miro los árboles
.
y en el empañado cristal
con el índice, escribo
esta efímera palabra

X
.
como para cruzar un río
me desnudo junto a su cuerpo
.
riesgoso
como un río en la noche

CANTIGA DE AMIGO

Y tras la incertidumbre de un instantefrente al desconocidoque luego por virtud del gesto recordadovuelve a ser el amigo que después de la lluviallama a la puerta
lo ayudamos a desnudarsecolgamos sus ropas a secar junto al fuego
y oímos el relato de su viajereconociéndonos en sus manerasde náufrago

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